Prácticas inspiradoras para mejorar la competitividad
Para reactivar y reconstruir los negocios de turismo se deben idear formas creativas para mejorar la competitividad y para diferenciar los destinos a los que desean ir los viajeros. Una forma de hacerlo es mediante la creación de rutas turísticas basadas en diferentes recursos naturales.
Un claro ejemplo se evidencia en San José del Guaviare, Colombia, donde una comunidad ha transformado el panorama de su realidad, al intercambiar un pasado oscuro, marcado por la violencia en su territorio, por un futuro de reconocimiento, gracias a su potencial ecológico.
Playa Gûío, a 10 kilómetros de San José del Guaviare, cuenta con afloramientos rocosos, zonas abiertas de pastizales, bosques inundables, ríos, lagunas, biodiversidad y pictogramas que son patrimonio de la humanidad a orillas del río Guaviare. Además, alrededor del territorio se cuenta con la presencia de distintos grupos étnicos.
Este proyecto de turismo comunitario ha llamado tanto la atención de aficionados y expertos en diferentes campos, como biología, ornitología, taxonomía y limnología, que se destaca en Colombia como una de las experiencias más atractivas.
Otro ejemplo de prácticas creativas que han mejorado la competitividad en Colombia está en el municipio de Manaure, uno de los más turísticos del Cesar, donde funciona un operador turístico llamado Tierra Grata Ecotours, el cual se caracteriza por darles oportunidades a los excombatientes de las FARC. Hasta el momento, esta iniciativa ha contado con la participación de turistas suecos, suizos, belgas, australianos, franceses, holandeses y colombianos.
Parte de esta experiencia se desarrolla en Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR), en donde además de vivir los excombatientes de las FARC en el Cesar, también se cuenta con recorridos por algunos proyectos productivos ubicados en inmediaciones del territorio, como la panadería, la sastrería y un baño en el río Manaure. En el último día del tour, los turistas pueden hacer senderismo en lo que las FARC ha denominado como ‘La ruta por la paz’, un camino de trocha cuyo trayecto dura alrededor de dos horas.
“En la experiencia también se recrea lo que en las FARC se conocía como la ‘hora cultural’, un tiempo de esparcimiento nocturno cuando estaban alejados del ‘enemigo’. El objetivo de esta experiencia es que los turistas sepan cómo era un día de un guerrillero, rutinas y cómo viven luego del proceso de paz.”
También es de destacar el caso del parque El Tuparro, en Vichada, un lugar cercado por el conflicto armado durante muchos años, en el que, por orden de las FARC, no había cabida para el ingreso de locales ni nacionales. Pero hoy es otro el panorama. Vichada recibe numerosos turistas que buscan turismo de aventura o que tienen intereses específicos, como la pesca deportiva.
Los viajes en embarcación por el Río Orinoco ostentan un atractivo especial, pues permiten observar a las famosas 'Toninas', mejor conocidas como delfines rosados, tortugas y nutrias. Además, las playas que delimitan el Orinoco son de arena blanca y fina, de hecho, algunas de ellas resultan ideales para nadar.
El parque El Tuparro cuenta con sabanas, ríos, islas, selvas, bosques y una amplia diversidad de fauna y flora, que hacen de este un destino imperdible. No en vano, gracias a su majestuosidad, este parque fue denominado como la octava maravilla del mundo por parte del alemán Alexander Von Humboldt.
El desarrollo de experiencias únicas y sostenibles como estas, sin duda, permitirán impulsar la reactivación del turismo sin dejar de lado, los protocolos de bioseguridad para superar las expectativas del cliente y generar nuevas y mejores experiencias de viaje.
